viernes, 27 de noviembre de 2009

EN DEFENSA DE LA TEORÍA
El tema no es nuevo, es tan viejo como el homo sapiens, y siempre hubo hombres pragmáticos así como hombres capaces de teorizar, pareciera una confrontación irrelevante, pero en la medida en que los años se convirtieron en siglos y estos en milenios, la vida humana se ha vuelto más y más compleja, el pragmatismo es útil en cuanto a temas concretos, temporales y simples, sus soluciones suelen ser mecánicas, ordenadas tal vez, y pueden tener éxito, claro que si; pero, ante la complejidad de la vida moderna en que se entrelazan, conjugan y retroalimentan los más variados temas, se vuelve necesaria la capacidad de teorización, de abstracción, de sumar y relacionar los distintos temas que produce la vida, la abstracción, es una tarea eminentemente cerebral, no apta para cualquier cerebro, la capacidad de teorizar lo puede hacer solamente el homus sapiens sapiens, es decir el hombre portador de una enorme cultura, un erudito, capaz de imaginar, de superar ampliamente a la fantasía.
Desgraciadamente, en el Ecuador “moderno”, se ha impuesto el pragmatismo, desde hace bastante tiempo, se acuerdan Uds., aquella acusación de Febres Cordero a Rodrigo Borja: ¿Cómo piensa Ud. gobernar el país?, si Ud., ni siquiera ha manejado la tienda de la esquina. Y así manejo el país, Febres Cordero, como la tienda de la esquina, así se apuntaló al Estado fallido, al país fracasado, tema que Borja tampoco pudo superarlo, ni ningún otro presidente o grupo que accediera al poder, hasta hoy.
Cuando estamos enfermos, acudimos al profesional, al médico, cuando construimos la casita de nuestros sueños, acudimos al profesional, al arquitecto, cuando tenemos problemas legales, buscamos al abogado y así por el estilo, como entender que nuestro pueblo le entrega su destino, su futuro a alguien que de política como ciencia sabe muy poco o casi nada. El único presidente ecuatoriano capaz de advertir las tendencias de la historia futura fue Eloy Alfaro, después, nadie, siempre primó el pragmatismo: hacer lo que pueda hacer para mantener feliz a la clase dominante y al mismo tiempo mantener a raya al pueblo infeliz y sobreexplotado. O como diría el gatopardo: “cambiarlo todo, para que no cambie nada”.
La historia del Ecuador, se detuvo hace mucho tiempo.
“La única fuente de la verdad, es la práctica”, diría Carlos Marx, pero la práctica empresarial, laboral y política de nuestro país, es tan vieja y obsoleta que nos hemos quedado en el puro pragmatismo.
En la enseñanza ecuatoriana, sobretodo en la superior, se prefiere el número, sin darnos cuenta que él, sin concepto, no sirve para nada, se cree que la matemática es una ciencia exacta, pero ella fue descubierta para medir a la realidad, sin comprender casi nadie, que la realidad, siempre está cambiando, por lo que la matemática, deviene en la ciencia de la incertidumbre mas bien.
El salto histórico hacia el conocimiento y al pensamiento no lo hará Rafael Correa, tenemos que hacerlo todos y ¡pronto! pues estamos todos, metidos hasta el cuello, en el lodazal de la mediocridad.

Leído en Radio Tropicana el 27/11/09 a las 8.10 am por Nelson Dávila