lunes, 4 de octubre de 2010

INVOLUCIÓN

“tomar el poder, puede ser relativamente fácil, pero, mantenerse ahí, es extraordinariamente difícil”, afirmaba Vladimir Lenin.
Lo ocurrido este ultimo jueves, transparentó la fragilidad de nuestra “democracia”, la población toda se vio de pronto en manos de los uniformados, bastó que ellos se retiraran de las calles para que de inmediato imperara el desorden, quizás planeado días antes, entre diversas agrupaciones y sectores que no soportan que sus privilegios y prebendas que los coloca por encima de la población toda, gratuitamente, se terminen; los policías no son los únicos, ya mucho antes, Rafael Correa, afectó los intereses de muchos empresarios corruptos, al fortalecer al SRI, aunque falta aun mucho por hacer ahí; al disminuir las regalías petroleras a las transnacionales, quitando la mamadera a sus sirvientes criollos; redujo sensiblemente a la deuda externa, afectando a los tenedores nacionales de los papeles de la misma; con Correa, se terminó, después de 40 años de iniciada, la construcción de la represa Mazar, y este año, durante el estiaje, no habrá apagones, por lo menos disminuirán y compraremos menos electricidad a Colombia y a Perú, lo que constituye un gran ahorro nacional. No olvidemos tampoco, que Correa, liberó al país de la presencia norteamericana en la base de Manta.
Se pagó una vieja deuda al IEES, el cual, pudo de inmediato realizar los préstamos hipotecarios, de los cuales, buena parte de la población se beneficia hoy; y los constructores, albañiles, ferreteros y otros se benefician también; la nueva ley de SENPLADES, pretende transformar a las universidades, que hace décadas, no producen científicos, descubrimientos, patentes, mercancías nuevas y algunas de ellas deben simplemente desaparecer; la obra vial ya realizada, es inmensa, carreteras de hormigón, atraviesan todo el país, y algo muy importante que todo el país debe tener en cuenta es que la política económica de Rafael Correa, se ha realizado al margen de las pretensiones imperialistas del FMI y del BM, lo que ha permitido desarrollar ciertamente la soberanía económica; las escuelas del milenio, el final cierto del analfabetismo en muchas ciudades y regiones del país, así como el abnegado trabajo de médicos cubanos en la misión “Milagro” que ha operado de los ojos a miles de ecuatorianos, gratuitamente; son logros grandes del actual gobierno, me olvidaba de la construcción de la Refinería en la provincia de Manabí, obra importante para el futuro económico del país, este 29, se inaugura el puente mas soñado del país, por décadas, el de Bahía-San Vicente.
Y ahora, que el gobierno pretende poner orden en el presupuesto nacional, terminando con privilegios y prebendas de varios sectores del servicio público, se levantan los uniformados de casi todas las ramas, pretendiendo abusivamente el nuevo salario duplicado mas las antiguas prebendas, lo cual creo es intolerable, pues yo, como profesor universitario por más de 30 años, no conozco de caso alguno de docentes que hayan tenido los mismos privilegios que los uniformados.
La ciudadanía está en manos de privilegiados abusivos.
Al mismo tiempo, lo ocurrido este último jueves, evidencia la indefensión, la incapacidad de los ciudadanos de organizarse y defender alguna idea, algún plan, alguna propuesta, la gente, carente de ideologías, de líderes, aceptó resignadamente al caos, a la violencia, a la falta de transporte, etc.
Creo que lo ocurrido, no fue sino un ensayo, para el golpe de estado, que de tiempo atrás se prepara, ¿pero, que quieren los golpistas? ¿Volver atrás?, ¿recuperar antiguos privilegios? ¿Mantener a toda costa el viejo status quo, que beneficia a muy pocas personas?
Si la población ecuatoriana permite esto, nuestro país, no progresará nunca, seguiremos en el mismo pantanal de siempre.
Debemos entender todos que Rafael Correa, no es ni revolucionario, ni socialista, ni marxista, a mi juicio es un nacionalista; pero debiendo yo ser honesto con ustedes y conmigo mismo, recuerdo y resalto las buenas cosas que ha hecho este gobierno, reconociendo al mismo tiempo sus varios errores.
Las humanas deficiencias de Correa, o de cualquier gobernante, deben ser compensadas, por la capacidad de crítica y propuesta de una población políticamente educada, tarea no cumplida por ningún gobierno.