Los dos van juntos, el uno sin el otro no puede existir, es cierto.
No tengo nada contra los ricos honrados ¿habrá?, dándoles el beneficio de la duda, apunto mi artillería pesada contra los ricos deshonestos: aquellos que no pagaron los debidos impuestos al Estado, esos que pagaron salario de hambre a sus trabajadores, los que ocuparon cargos públicos y además de no hacer nada, esquilmaron el erario nacional, todos esos que desde el poder utilizaron armas innobles como la inflación, la especulación, la devaluación, etc. las familias beneficiarias de la deuda externa, son ricos muy canallas: durante generaciones obligaron a sus respectivos pueblos a pagar deudas ya pagadas una y otra vez.
¿Qué hacen con tanto dinero? Hay que hacer esa pregunta a Warren Buffet, George Soros, Bill Gates y al mexicano Slim, cuyas fortunas juntas superan al presupuesto anual de 150 países.
Trato de imaginarme sus mansiones, sus autos, sus yates, sus aviones, sus desayunos, gasten lo que se gasten por día, sus respectivas fortunas no decrecen, al contrario, crecen con más velocidad. Pero, ¿será que a la misma velocidad, los pobres nos hacemos más pobres? Los pobres del mundo me refiero.
De tanto escuchar los cantos de sirena de la macroeconomía, los economistas se olvidaron de que el capital sólo puede crecer, para mantenerse vivo; y de que la única fuente de crecimiento del capital es la producción, que es donde se crea valor, que es la fuente de toda forma de riqueza.
Más allá de habernos robado tanto, es gravísimo habernos robado nuestros conocimientos ancestrales, a nuestros profesionales, y sobretodo nuestra autoestima, hemos sido humillados por 400 largos años, hemos sido domados primero por la religión católica y después por diversas variantes cristianas; hemos sido engañados por una pésima educación, nos han atemorizado la policía y las FF.AA. y finalmente, la radio, la prensa y la Tv sobretodo han paralizado el funcionamiento correcto de nuestra conciencia social, nos han embrutecido colectivamente.
¿Para qué quieren tanto dinero los ricos?
La multifacética crisis actual, demuestra que el dinero no soluciona los graves problemas de la humanidad, más bien, vemos asombrados, que unos cuantos ricos norteamericanos y europeos, han consumido ya al planeta y que no contentos con eso, están dispuestos al holocausto nuclear ¡y todo por el maldito dinero!
No estoy en contra de aquellos que hacen fortuna, investigando, descubriendo algo nuevo y útil para toda la humanidad, no puedo estar en contra de aquellos privilegiados por la naturaleza con una buena voz, para cantar, con talento para escribir buenos libros, o tocar con maestría algún instrumento musical o también un buen deportista, de modo que la sociedad, los premie debidamente.
Lenta pero inexorablemente, la humanidad pregunta primero, y exigirá pronto: ¿de dónde procede tu riqueza? Y comenzaran a reclamar la rendición de cuentas, los bancos comenzaran a ser incendiados, los empresarios deshonestos junto con los curas pedófilos y los militares parásitos irán a dar con sus huesos a la cárcel. Lo ocurrido en recientes semanas en Islandia, Bélgica e Inglaterra, así lo confirma. Los expropiadores comienzan a ser expropiados.
Sólo falta que se cumpla el grito revolucionario de Lenin:
¡Proletarios del mundo, uníos!
Editorial leído por Nelson Dávila Acosta en Radio Tropicana de Guayaquil, el 30/08/10
No tengo nada contra los ricos honrados ¿habrá?, dándoles el beneficio de la duda, apunto mi artillería pesada contra los ricos deshonestos: aquellos que no pagaron los debidos impuestos al Estado, esos que pagaron salario de hambre a sus trabajadores, los que ocuparon cargos públicos y además de no hacer nada, esquilmaron el erario nacional, todos esos que desde el poder utilizaron armas innobles como la inflación, la especulación, la devaluación, etc. las familias beneficiarias de la deuda externa, son ricos muy canallas: durante generaciones obligaron a sus respectivos pueblos a pagar deudas ya pagadas una y otra vez.
¿Qué hacen con tanto dinero? Hay que hacer esa pregunta a Warren Buffet, George Soros, Bill Gates y al mexicano Slim, cuyas fortunas juntas superan al presupuesto anual de 150 países.
Trato de imaginarme sus mansiones, sus autos, sus yates, sus aviones, sus desayunos, gasten lo que se gasten por día, sus respectivas fortunas no decrecen, al contrario, crecen con más velocidad. Pero, ¿será que a la misma velocidad, los pobres nos hacemos más pobres? Los pobres del mundo me refiero.
De tanto escuchar los cantos de sirena de la macroeconomía, los economistas se olvidaron de que el capital sólo puede crecer, para mantenerse vivo; y de que la única fuente de crecimiento del capital es la producción, que es donde se crea valor, que es la fuente de toda forma de riqueza.
Más allá de habernos robado tanto, es gravísimo habernos robado nuestros conocimientos ancestrales, a nuestros profesionales, y sobretodo nuestra autoestima, hemos sido humillados por 400 largos años, hemos sido domados primero por la religión católica y después por diversas variantes cristianas; hemos sido engañados por una pésima educación, nos han atemorizado la policía y las FF.AA. y finalmente, la radio, la prensa y la Tv sobretodo han paralizado el funcionamiento correcto de nuestra conciencia social, nos han embrutecido colectivamente.
¿Para qué quieren tanto dinero los ricos?
La multifacética crisis actual, demuestra que el dinero no soluciona los graves problemas de la humanidad, más bien, vemos asombrados, que unos cuantos ricos norteamericanos y europeos, han consumido ya al planeta y que no contentos con eso, están dispuestos al holocausto nuclear ¡y todo por el maldito dinero!
No estoy en contra de aquellos que hacen fortuna, investigando, descubriendo algo nuevo y útil para toda la humanidad, no puedo estar en contra de aquellos privilegiados por la naturaleza con una buena voz, para cantar, con talento para escribir buenos libros, o tocar con maestría algún instrumento musical o también un buen deportista, de modo que la sociedad, los premie debidamente.
Lenta pero inexorablemente, la humanidad pregunta primero, y exigirá pronto: ¿de dónde procede tu riqueza? Y comenzaran a reclamar la rendición de cuentas, los bancos comenzaran a ser incendiados, los empresarios deshonestos junto con los curas pedófilos y los militares parásitos irán a dar con sus huesos a la cárcel. Lo ocurrido en recientes semanas en Islandia, Bélgica e Inglaterra, así lo confirma. Los expropiadores comienzan a ser expropiados.
Sólo falta que se cumpla el grito revolucionario de Lenin:
¡Proletarios del mundo, uníos!
Editorial leído por Nelson Dávila Acosta en Radio Tropicana de Guayaquil, el 30/08/10