Transitando por las calles céntricas de nuestro pueblo grande, por Rumichaca, desde Ayacucho hasta más allá de la cuerda de los monos, anteayer por la tarde, pude ver cientos de grandes afiches convocando a diversas asambleas para pedir a Dios ayuda, pues el fin del mundo se avecina.
Son muchas las ocasiones en que el mundo se ha terminado y en las cuales algunos ingenuos se suicidaron anticipándose a la muerte natural. Bien decía algún filosofo: “cuando la gente pierde el equilibrio económico, busca el equilibrio religioso”, creo que la frase nos viene como anillo al dedo, tremendamente oportuna.
A aquellos que azuzan el miedo, deberían meterlos presos, por crear pánico entre la gente sencilla sobre todo; ¿Quién tiene pruebas de que el fin del mundo está cerca?, es cierto, sin embargo, que asistimos al final de una época, somos testigos privilegiados, del fin del capitalismo irracional, inconsciente, neoliberal , irresponsable y criminal, es cierto también que nadie sabe hacia dónde vamos, ningún camino ha sido diseñado, peor, construido, hace 20 años experimentamos la derrota mundial del socialismo real, se cayó el muro de Berlín, pero acaba de derrumbarse el muro capitalista: Wall Street, si, lo que se viene, será una gran tragedia, para los especuladores, para los banqueros corruptos, para los políticos mediocres, para los empresarios ineficientes, claro que algunos justos pagaremos por los pecadores, pero este tránsito hacia un capitalismo regulado, es una necesidad histórica, inexorable e implacable.
En lugar de reunirnos para llorar, para pedir imposibles y absurdas cosas a un ente inexistente, ¿Por qué no nos reunimos, para sembrar millones de árboles, para ponernos de acuerdo y cumplir a rajatabla el no botar basura en los esteros y en el río Guayas, para exigir al municipio un basta ya de “sembrar” inútiles adoquines, en nuestras calles, y proceder a construir piscinas de oxidación que traten las aguas negras de todos los pueblos alrededor de la gran cuenca del Guayas, ni uno solo de los 32 municipios ha construido ninguna piscina impidiendo con esa magna obra, la polución del océano pacifico.
¿de que tamaño es la estupidez humana?, parece que es inmensa.
Al mismo ritmo que crece el número de maquinas, crece el desempleo, a la misma velocidad que parimos alegre e irresponsablemente, crece el desempleo, no entendemos que parir hijos hoy, es parir los desempleados del mañana, todo hombre recién casado, que embarace a su mujer una primera y única vez, debe acudir a aprofe para realizarse una vasectomía, y las mujeres con un hijo ya, deben ligarse o extirparse el útero, además de tener libre acceso a la pastilla del día después u otros fármacos. no les crean a los agoreros del desastre, unamos nuestro esfuerzo por salvar a la naturaleza, ella es nuestra madre, salvando a ella, salvamos a la vida toda.
Este planeta no soporta más gente, la tierra no crece, al agua dulce la hemos polucionado, pero las soluciones están, dramáticas cierto, pero, necesarias y urgentes también es cierto.
Leído en radio Tropicana de Guayaquil, el 14/08/09
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