CAPITALISTAS Y CAPITALISMO
Si bien es cierto, que como sistema, el capitalismo nace a principios del siglo XVII, en Inglaterra, sin ser sujeto de planificación alguna, ni de acuerdo alguno, es decir totalmente, inconsciente, y así se ha mantenido hasta hoy, en un tira y afloja permanente: ricos contra pobres, empresarios contra obreros, ignorantes contra menos ignorantes, investigadores contra creyentes, derechistas contra izquierdistas, etc.
También es cierto, que los avances científico-técnicos, se han perfeccionado constantemente, modificando positivamente a la estructura económica y superestructura social, capitalistas.
En sus 400 años de existencia, el capitalismo, ha hecho mucho más por la humanidad que toda la historia anterior: ha sacado del analfabetismo y de la ignorancia a millones de personas, en todo el planeta, ha descubierto al maquinismo y a la electricidad, aumentando la velocidad de producción en todos los órdenes, creando una tendencia en cuanto precios: su continua disminución.
Ha construido gigantescas ciudades, con educación masiva, salud y obra pública de primera.
Debemos considerar diversas etapas de construcción capitalista: aquella que va desde su creación industrial, a principios del siglo XVII, hasta 1889, 1 de mayo, en EE.UU. en que la clase obrera, es mayoritariamente analfabeta y desorganizada, por ello es posible un horario de trabajo de 14 – 16 horas diarias y que por otro lado, ese mismo trabajo, aún utiliza la fuerza de la naturaleza para mover mecanismos, el viento, el agua, etc. por lo mismo, en gran medida, ese trabajo es todavía manual, manufacturero; lo que evidencia a un capitalismo íntimamente ligado –aún- al feudalismo, como forma de producción.
Una vez descubierto, como generar electricidad, utilizando turbinas, adviene hacia la segunda mitad del siglo XIX, la era de la máquina eléctrica, que transforma por completo la vida humana, lo que se materializa con las luchas obreras del 1ero de mayo de 1899, en EE.UU. el tiempo de trabajo se reduce a 10 horas diarias, por lo cual, el tiempo dedicado a crear la ganancia empresarial, disminuye abruptamente, la respuesta empresarial, fue elevar la productividad, logrando precios cada vez más reducidos, con lo que todo el mundo se beneficia.
A principios del siglo XX, surgen diversas formas de monopolio, concentrando conocimiento, capital y trabajo, logrando gigantescos avances científico-técnicos, por lo que, afirmamos que el monopolio es una creación racional, dentro de la permanente irracionalidad capitalista.
La producción de automóviles, barcos, aviones, ferrocarriles, en escala planetaria, consume los recursos naturales a gran velocidad, al mismo tiempo, la teoría económica imperante, impone la tesis del “crecimiento”, sin crítica alguna.
El capitalismo, nunca prestó atención alguna al tema poblacional, al excesivo crecimiento de consumidores y al hecho simple de que el planeta no crece, y todo ello, al mismo tiempo que las máquinas se volvían cada vez más sofisticadas, prescindiendo del trabajo humano, por lo que, más y más rápidamente, la masa de salarios, habría de reducirse, cayendo consecuentemente, la demanda general, que anularía sin falta a la oferta empresarial, ¡ y kaput!, el colapso final del capitalismo, pues si bien es cierto, que crisis, ya las ha vivido el sistema, como necesidad para reordenar la concentración del capital, y que con inteligentes políticas de estado, el sistema, logró superarse a sí mismo y sobrevivir, también es cierto que los delincuentes, culpables de esta última crisis, tienen el poder total: la producción de armamento más avanzado, el capital bancario y financiero, los medios de comunicación y una gran capacidad de influir en la calidad de la educación, castrando al pensamiento crítico, la clase dirigente de USA, acompañada por la dirigencia europea, está dispuesta a todo, con tal de mantener su abusivo status quo, su nivel de vida, a costa -si es preciso- de la vida del resto de la humanidad.
El capitalismo colapsa, al mismo tiempo que el imperialismo mata cuanto puede.
Pero, ¿tenemos que morir todos?
Islandia mete presos a todos sus banqueros, y estatiza al capital bancario; Canadá, regula al capital bancario y financiero, cierra los paraísos fiscales; Bélgica, nos enseña cómo enfrentar a un monstruo grande: la iglesia católica, metiendo presos a los violadores de niños: sacerdotes de esa misma Iglesia.
China, nos da el mejor ejemplo de capitalismo sumamente eficiente: el capitalismo de Estado, regulado por el pensamiento marxista.
Lamentablemente el capitalismo, ha sido entendido por los capitalistas occidentales y cristianos , como un sistema que debe servir solamente a ellos; en las universidades castradas, no se conoce a Marx, Engels, Lenin, Veblen, Gramcsi, Trotsky, Mao, Lucaks, Leontiev, Guevara, Castro, Mariategui y otros pensadores. En esas mismas universidades, ¡ya no se enseña a pensar! y por lo general, los “dirigentes” de nuestros Estados, se gradúan en esas universidades.
¡Demasiada ignorancia, demasiada prepotencia, demasiada codicia!
¡Los capitalistas no entienden al capitalismo ¡
No pueden entenderlo.
“La Violencia es la partera de la Historia” señalaba Marx.
El capitalismo fue siempre violento, sin embargo, el resultado de sus crímenes, de sus genocidios, de sus invasiones, se concentró siempre en alguna capital, Londres, por ejemplo. ¿No fueron ingleses los primeros piratas?; no fueron traficantes de africanos, los ingleses?; ¿no fue Inglaterra la mayor beneficiaria de la conquista americana?, y ese mismo país, no fue el mayor invasor de todos los tiempos?, pero, el producto de todos sus latrocinios, ¿no sirvió para financiar la Revolución Industrial de principios del siglo XVII? Y la creación del mercado mundial.
Los banqueros, empresarios, militares, politiqueros, pastores religiosos, que saquean a los pueblos del tercer mundo, ¿invierten en sus respectivos países?, no, que va!, colocan su fortuna mal habida en los paraísos fiscales, a ganar una indecente tasa de interés.
¿Hasta cuándo podrán seguir robando, la burguesía mundial y las burguesías cipayas del resto del mundo?
La humanidad, comenzó ya a identificar a los culpables, con nombre y apellido, ya sabemos quiénes son y donde están los delincuentes de cuello blanco, la indignación masiva, empieza a tomar forma: la primavera árabe, los levantamiento populares, violentos, por cierto, en Madrid, Londres, Atenas y otras urbes europeas.
No, no es una crisis capitalista, es EL COLAPSO del capitalismo, que arrastrará a media humanidad, al hambre, al desempleo y a la guerra generalizada.
Los ricos matarán a millones de pobres, pero, no podrán matarnos a todos, e inexorablemente nos dirigimos a una segunda revolución francesa, en que miles de burguesas cabezas, rodaran por las calles de todo el mundo.
El capitalismo deberá cambiar de forma.
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