La situación mundial, se vuelve cada vez más crítica, Europa se incendia: por un lado por las medidas de ajuste y por otro lado por la reacción popular, que recién comienza a organizarse; en USA, su pueblo, el más armado del mundo, pierde miles de empleos todos los días; en Japón, los suicidios están a la orden del día, acá, en Latinoamérica, la ejecución del proyecto de UNASUR, del Banco del Sur, del anillo energético, del SUCRE y otros proyectos de integración, marchan a paso de tortuga enferma.
Mientras tanto, los culpables de las diversas crisis, bien campantes, felices!, porque usufructuando de la impunidad, producto de la complicidad de sus respectivos gobiernos y de la desorganización general, continúan enriqueciéndose, por un corto tiempo más.
Hay revoluciones y revoluciones: la norteamericana de 1860, dejó intactas las estructuras existentes entonces, las revoluciones, francesa, rusa y cubana, transformaron por completo, la base económica, la superestructura social, así como la conciencia social, de su época, la revolución francesa, hizo rodar miles de principescas cabezas por las calles de Paris, Nantes, Metz, Marsella y otras ciudades; pero, la tarea más importante fue acometida: cambiar las estructuras productivas, eliminando la propiedad privada feudal sobre los medios de producción y dando paso a la propiedad privada capitalista, Napoleón, hizo reconocer en la constitución, el fundamental papel de la propiedad privada en el desarrollo capitalista y sí, el capitalismo tuvo un impulso nunca visto.
Según Carlos Marx, cualquier inversión de capital, necesariamente asume dos formas: capital constante, constituido por los medios de producción, y el capital variable con el cual se adquiere fuerza de trabajo, el primer capital, no se reproduce, el segundo, se reproduce en una cantidad mayor a la inicialmente invertida, es decir, sólo el trabajo obrero, produce valor, riqueza social; por necesidad de competir, el empresario, renueva máquinas, equipos, conocimientos, etc., pero, las nuevas máquinas, automatizadas, robotizadas, informatizadas, requerirán menos y menos obreros, cunde pues el desempleo masivo, y ello al mismo tiempo que la especie humana se reproduce irresponsablemente, así pues, el capitalismo actual, se encuentra ya en un callejón sin salida.
Para colmo de males, ladrones, rateros, delincuentes, politiqueros de toda laya, se toman el poder en diversos países, sobre todo en USA, y promueve esta gente, la desregulación bancaria y financiera y las consecuencias, las estamos sufriendo todos.
¿Habrá llegado la hora de aplicar la justicia popular contra banqueros y financistas, contra los culpables del desastre petrolero en el Golfo de México, contra los criminales israelíes, contra los invasores a Irak, Afganistán y Pakistán, contra los que amenazan al mundo, con 800 bases militares en todo el planeta, contra los liquidadores del agua, del petróleo, del gas y de los metales?
Y todo, por la maldita ganancia.
Felizmente, alguna prensa desinformadora, TV y radio tergiversadoras, ha entrado a una cadena de quiebras consecutivas.
Islandia, dio este último jueves el ejemplo: metió a la cárcel a algunos banqueros, culpables de su crisis nacional, contra los financistas fugados, se extendió orden mundial de captura, las huelgas obreras en Grecia, España, Portugal, Francia, se extienden como reguero de pólvora por todo el viejo continente.
¿Comenzó el fin del capitalismo salvaje?
Editorial, leído en Radio Tropicana de Guayaquil el 21/06/10
Mientras tanto, los culpables de las diversas crisis, bien campantes, felices!, porque usufructuando de la impunidad, producto de la complicidad de sus respectivos gobiernos y de la desorganización general, continúan enriqueciéndose, por un corto tiempo más.
Hay revoluciones y revoluciones: la norteamericana de 1860, dejó intactas las estructuras existentes entonces, las revoluciones, francesa, rusa y cubana, transformaron por completo, la base económica, la superestructura social, así como la conciencia social, de su época, la revolución francesa, hizo rodar miles de principescas cabezas por las calles de Paris, Nantes, Metz, Marsella y otras ciudades; pero, la tarea más importante fue acometida: cambiar las estructuras productivas, eliminando la propiedad privada feudal sobre los medios de producción y dando paso a la propiedad privada capitalista, Napoleón, hizo reconocer en la constitución, el fundamental papel de la propiedad privada en el desarrollo capitalista y sí, el capitalismo tuvo un impulso nunca visto.
Según Carlos Marx, cualquier inversión de capital, necesariamente asume dos formas: capital constante, constituido por los medios de producción, y el capital variable con el cual se adquiere fuerza de trabajo, el primer capital, no se reproduce, el segundo, se reproduce en una cantidad mayor a la inicialmente invertida, es decir, sólo el trabajo obrero, produce valor, riqueza social; por necesidad de competir, el empresario, renueva máquinas, equipos, conocimientos, etc., pero, las nuevas máquinas, automatizadas, robotizadas, informatizadas, requerirán menos y menos obreros, cunde pues el desempleo masivo, y ello al mismo tiempo que la especie humana se reproduce irresponsablemente, así pues, el capitalismo actual, se encuentra ya en un callejón sin salida.
Para colmo de males, ladrones, rateros, delincuentes, politiqueros de toda laya, se toman el poder en diversos países, sobre todo en USA, y promueve esta gente, la desregulación bancaria y financiera y las consecuencias, las estamos sufriendo todos.
¿Habrá llegado la hora de aplicar la justicia popular contra banqueros y financistas, contra los culpables del desastre petrolero en el Golfo de México, contra los criminales israelíes, contra los invasores a Irak, Afganistán y Pakistán, contra los que amenazan al mundo, con 800 bases militares en todo el planeta, contra los liquidadores del agua, del petróleo, del gas y de los metales?
Y todo, por la maldita ganancia.
Felizmente, alguna prensa desinformadora, TV y radio tergiversadoras, ha entrado a una cadena de quiebras consecutivas.
Islandia, dio este último jueves el ejemplo: metió a la cárcel a algunos banqueros, culpables de su crisis nacional, contra los financistas fugados, se extendió orden mundial de captura, las huelgas obreras en Grecia, España, Portugal, Francia, se extienden como reguero de pólvora por todo el viejo continente.
¿Comenzó el fin del capitalismo salvaje?
Editorial, leído en Radio Tropicana de Guayaquil el 21/06/10
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